Objeto de la filosofía de lo viviente
Hemos terminado el estudio de los entes materiales o inanimados. Ahora nos corresponde analizar los entes animados, que es lo propio de la psicología filosófica. En cosmología hemos estudiado los entes materiales móviles, pero dentro de éstos hay unos entes que se mueven por y desde ellos (tienen automoción), y a los que se les llama seres vivos o animados. Por tanto, el objeto material de la psicología (tratado del alma como principio vital) será el ente vivo.
Por automovimiento no sólo se entiende el cambio de lugar, sino cualquier cambio cualitativo, biológico, etc. Por eso, el automovimiento es aquel cambio en el que la causa y el efecto son intrínsecos al sujeto que se mueve, y a las que llamamos operaciones inmanentes. De este modo, se define la psicología filosófica como "la ciencia que tiene por objeto los seres que realizan operaciones inmanentes, es decir, que se mueven por sí mismos en tanto que están animados".
Psicología filosófica y experimental
Históricamente, se estudiaba el alma tanto desde el punto de vista filosófico (remontándose a los primeros principios de la actividad del viviente) como desde el punto de vista empírico, es decir, basándose en la observación de los fenómenos y en la experimentación.
Más tarde, se dividen estos dos aspectos de la psicología, dando lugar a dos disciplinas. La psicología filosófica formula preguntas esenciales (Eje.: qué es la vida, el alma, el pensamiento). En cambio, la psicología experimental se plantea preguntas en términos cuantitativos, operativos y comparativos. Una y otra disciplina son complementarias para explicar los temas referentes al alma, la vida, etc. Aquí haremos referencia exclusivamente a la psicología filosófica.
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