La Metafísica - parte 1
La Metafísica - parte 2
Introducción
Llevados por la admiración ante el Cosmos, los hombres se han planteado el conocimiento último y universal acerca de la realidad. Y estas preguntas que se hace el hombre no son meramente abstractas, sino que afectan íntimamente a la vida humana (Por ejemplo: no es lo mismo que el hombre se reduzca a la nada a que tenga por fin a Dios). Y este saber las últimas causas de la realidad es a lo que se llama metafísica.
De ahí que se podemos definir la metafísica como "el estudio de la Causa Ultima y de los primeros principios y más universales de la realidad". La metafísica estudia la Causa Ultima de todo el universo, viendo cuál es y cómo es, y cómo influye en el mundo. Y a través de los primeros principios busca los que constituyen más radicalmente a todas las cosas.
1. Qué es la Metafísica.
La palabra metafísica en griego significa “más allá de la física”. Aristóteles le llamo “filosofía primera”. Andrónico de Rodas (año 70 a. C.) al ubicar los libros de Aristóteles la ubicó después de los libros de física.
La metafísica es "la ciencia que estudia el ente en cuanto ente, sus propiedades y sus causas". El objeto material de la metafísica es el ente, que significa lo que es. Por eso, la metafísica se refiere a cualquier cosa o realidad (Por ejemplo: un hombre, un gato, una piedra, etc.). El objeto formal es el ente en cuanto ente, es decir, el ente en cuanto es, o el ente considerado por su condición de ente. Decimos en la definición "sus propiedades y sus causas". Con ello hacemos referencia a que la metafísica ha de tratar de las propiedades que resultan de los entes en cuanto entes (Por ejemplo: el bien es una propiedad del ser) y, además, debe llegar a la causa del ser de las cosas, que no será otra que Dios. La metafísica descubre leyes del ser, estudia los entes espirituales, considera Dios como causa primera del ser de los entes.
El estudio de la metafísica toma en cuenta dos aspectos:
- El enfoque metafísico: Que es común a las demás disciplinas filosóficas, y consiste en el estudio de la realidad a la luz de sus causas últimas.
- Los temas propios de la metafísica: Abarca las realidades que no dependen en su ser de la materia, sea porque se trata de realidades espirituales (Dios, el alma humana), o porque trata de aspectos de la realidad que pueden darse en los seres materiales y en los espirituales (substancia y accidentes, acto y potencia).
2. La Metafísica y la unidad de la filosofía.
El término metafísica
fundamentalmente se puede tomar en dos sentidos; en primer lugar, como
enfoque metafísico, que es el que da unidad a las diferentes disciplinas
filosóficas y por otra parte, se refiere a los temas tratados
exclusivamente por la metafísica. Lo que da unidad a las diferentes partes
de la filosofía es el estudio de la realidad por sus causas últimas. La
metafísica por estudiar las causas últimas de los entes, se vuelve núcleo de la
filosofía: Es lo que le da unidad, por eso no se habla de “filosofías” sino de
“la filosofía”. Por lo tanto, desde lo que es puramente material
hasta lo más abstracto puede estudiarse desde el punto de vista
metafísico.
Como hemos dicho
antes, a la filosofía le da la unidad la metafísica, pero se divide en
diversas disciplinas que no son una mera yuxtaposición, sino que están
relacionadas unas con otras y todas con la metafísica. Aunque haya
varias disciplinas y ramas filosóficas, no están yuxtapuestas sino
estrechamente relacionadas.
Figura 1. Ramas de la filosofía
3. La Metafísica, ciencia del ente en cuanto ente.
En esta apartado nos preguntamos: ¿Por qué existe el universo? y ¿cuál es su sentido y finalidad? ¿Cuál es la estructura de los entes? ¿Cuáles son sus causas? ¿Qué es lo más constitutivo de los entes?
a) El ente punto de partida de la Metafísica.
EL ENTE:
La Metafísica se pregunta por el constitutivo último y más radical de toda la realidad. Lo más fundamental de las cosas consiste en que son, sin la perfección del ser no serían nada. Ente es lo que es (id quod est), lo que es real, lo que existe.
La noción de ente que hemos dado no es simple, sino que está compuesta por un sujeto (id quod) y un acto (est). En esta noción de ente interviene tanto el "algo" que es, como el mismo "es" de esa cosa (Por ejemplo: el "algo" se refiere a un gato, a un tronco, una fruta, etc. y el "es" se refiere a la perfección propia del sujeto). En consecuencia "ser" y "ente" se implican de manera recíproca.
Por eso se puede afirmar:
- Ente hace referencia principalmente a la cosa que es.
- Ente hace referencia de modo concomitante al ejercicio del acto de ser, es decir, al "ser" de esa "cosa".
- Ente hace referencia a que algo existe en la realidad.
Los entes están constituidos por dos principios: ser y esencia, son y tienen un determinado modo de ser (esencia), por ejemplo: la esencia de un perro, la esencia de una gallina, la esencia de un gato.
Por otra parte, conviene aclarar que el tema del ser es mucho más profundo, en efecto, lo más peculiar es que todo es, no hay ninguna cosa que no sea; pero todas las cosas creadas no son puro ser, sino modos determinados de ser. En otras palabras el ente creado no es sólo ser, sino que tiene ser.
De ahí que, del ser se puede decir lo siguiente:
- El ser es una perfección de las cosas, es decir, un acto.
- El ser es un acto universal, es decir, de cualquier cosa del universo siempre podemos decir que es (Ej.: el conejo es, las nubes son, etc.).
- El ser es un acto total, es decir, que abarca todo lo que las cosas son. Todas las otras perfecciones son parciales (Ej.: comer, ver, oír, porque indican diversos aspectos del ente). En cambio, el ser contiene todo lo que una cosa posee.
- El ser es el acto constitutivo y más radical, es decir, aquel por lo que las cosas son (así como la esencia hace que una cosa sea de una determinada manera - león o perro -, el ser es lo que hace que las cosas sean).
La existencia se tiene o no se tiene, no se existe más o menos. En cambio el acto de ser se da de un modo intensivo, en las cosas se da con menor o mayor intensidad, pasando de las realidades más imperfectas a Dios, acto puro. Por eso la noción de ente tiene un sentido análogo, es decir, se predica de todas las cosas en parte igual y en parte diversa. La bondad, por ejemplo, puede aplicarse a todos los entes. Sin embargo, en unos se da de un modo más pleno que en otros: Dios, un hombre, un árbol, son buenos, pero ese término se les aplica en parte igual, en parte diferente.
PRINCIPIOS DEL ENTE:
- Principio de no contradicción: "Es imposible ser y no ser a la vez, y en el mismo sentido". Las cosas que son no pueden no ser a la vez en el mismo sentido. Por ejemplo: El perro no puede ser no perro, el gato no puede ser no gato. Se puede no ser en otro sentido, por ejemplo: un futbolista puede no ser un nadador. De este principio se derivan los siguientes:
- Principio de tercero excluido: "No hay término medio entre el ser y el no ser" o entre "la afirmación y la negación". Es evidente que el término medio es imposible que se dé porque debería ser y no ser al mismo tiempo, o bien, ni ser ni dejar de ser.
- Principio de identidad: "El ente es el ente", "el ser es, el no ser no es". "A es A".
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b) Estructura metafísica del ente.
SUBSTANCIA Y ACCIDENTES
Por experiencia sabemos que se da en la realidad cambios o mutaciones profundos a los que llamamos cambios sustanciales (conversión de la leña en ceniza, la muerte de un gato), pero también se dan cambios no tan profundos sino accidentales (la caída de las hojas de un árbol por cambio de estación, cambiar el color del vehículo). Esto nos lleva a la consideración de que hay en los cambios un substrato permanente que es la substancia, y una perfección secundaria, que puede ser cambiante, a la cual llamamos accidente.

Figura 2: Paisaje.
La substancia y los accidentes son realmente distintos. Eso se constata al comprobar los cambios accidentales en los que desaparecen algunas perfecciones dando paso a otras diferentes sin que cambie la substancia (Por eje: el agua puede cambiar de temperatura y sigue siendo la misma agua). Por otra parte, la distinción real de substancia y accidentes no rompe la unidad del ente, pues aquéllos no son varios entes que se unen para formar un todo. En sentido propio sólo hay un ente, que es la substancia; lo demás es "algo de ello". Por eso, el ser propio de cada cosa es sólo uno. Y en consecuencia, toda la realidad de un ente, tanto la substancia como los accidentes, es "en virtud de un acto de ser", que compete a la substancia.
La composición substancia-accidentes la conocemos con la inteligencia, pero a partir de lo captado por los sentidos. Los sentidos conocen los accidentes de las cosas, mientras que la inteligencia alcanza a través de ellos el conocimiento de la substancia. Y esto es posible porque los accidentes manifiestan la substancia.
Substancia:
Etimológicamente hablando la palabra viene del latín sub-stat, lo que está debajo. De ahí la palabra substancia. Es el sujeto o sustrato en el que inhieren los accidentes. La substancia es lo subsistente, que quiere decir que es "en sí mismo", y no en otra cosa (por el contrario, los accidentes son en la substancia). En fin, la substancia se define como "aquella realidad a cuya esencia o naturaleza compete ser en sí, y no en otro sujeto".
Accidentes:
Se pueden definir como realidades a cuya esencia conviene ser en otro como en su sujeto. Cada accidente tiene su esencia o naturaleza propia que la hace diferente de las otras. Vale la pena aclarar que no hay término medio entre substancia y accidentes, cada realidad o es en sí o es en otro. No tienen ser propio porque no subsisten por sí mismos. No poseen un acto de ser en propiedad, sino que dependen del ser de su substancia.
LOS PREDICAMENTOS
Tenemos la substancia y los nueve predicamentos (los accidentes), se le llama así porque son modos de ser que corresponden a los diversos tipos o géneros de predicados que pueden atribuirse a una cosa.
Estos son:
- Cantidad: Las substancias corporales tienen una cantidad determinada que se manifiesta en su extensión, magnitud y volumen. Este accidente se deriva de la materia, y por lo tanto sólo afecta a los seres corpóreos y no a los espirituales.
- Cualidades: Son accidentes que hacen ser a la substancia de uno u otro modo y surgen de su forma. Cada substancia puede tener gran diversidad de cualidades (Por ej.: el color, sabor, la temperatura, la conductibilidad, etc.). Se dan en substancias materiales y espirituales.
- Relaciones: Estas determinan a la substancia por referencia a otras realidades (p. ej. : la fraternidad es la relación que tienen los hermanos entre sí).
- Donde (ubi): Es el accidente por el que se localiza la substancia. El estar en un lugar es un accidente real, ya que pone a la substancia en relación con otras.
- Posición (sitas): Es el modo de estar en un lugar (Por ej.: estar de sentado, esta acostado, etc.). Difiere del ubi porque se refiere a la disposición interna de las partes del cuerpo localizado en un lugar.
- Posesión (habitus): Es el accidente de la substancia por tener o poseer algo inmediato. La posesión es propia solamente del hombre. (Ejemplo: poseer un teléfono móvil, usar bolígrafo, llevar pantalones, etc.).
- Cuando (quando): Es el accidente por el que conocemos la situación temporal de la substancia corpórea. Cuando cambian los seres materiales pasa por ellos el tiempo, y el "cuando" es el momento concreto en que se encuentra una cosa.
- Acción: Es el accidente que surge de una substancia en cuanto que es el principio agente del movimiento en otro sujeto (Ejemplo: calentar el agua, empujar una silla; en cuanto que están movidos por un agente que es el que produce la acción).
- Pasión: Es el accidente que poseen los cuerpos en cuanto que son sujetos pasivos de la acción de otros (Ejemplo: el calentarse del agua, el ser empujada la silla por un agente exterior).
LA ESENCIA DE LOS ENTES
La substancia no es simple, sino que está compuesta de dos principios: la esencia y el ser (esse). El ser es el que hace que todas las criaturas sean entes, y la esencia es la que determina el modo de ser de cada una de ellas.
La esencia se define como: "aquello por lo que una cosa es lo que es". Del mismo modo que ente en sentido absoluto y prioritario se dice de las substancias, y de los accidentes sólo de forma derivada y secundaria, así la esencia se encuentra verdaderamente y con propiedad en la substancia y en los accidentes sólo de algún modo y bajo un cierto aspecto. Por eso, cuando hablamos simplemente de la esencia de los entes hacemos referencia a la esencia de la substancia y no a la de los accidentes.
Propiedades que completan la noción de esencia:
- La esencia se llama naturaleza en cuanto que es principio de operaciones. Las criaturas obran de distinta manera y este obrar viene determinado por la esencia (Ej: el pensar o el querer son operaciones que surgen de la naturaleza humana).
- Se le llama quididad en cuanto la esencia se significa por la definición. La definición expresa lo que una cosa es y eso es la esencia (Ejemplo: la esencia hombre la definimos como "animal racional, social y político).
- La esencia se denomina universal en cuanto que es referible a muchos individuos.
- La esencia se relaciona con el acto de ser. Y, en ese sentido, la esencia se dice en cuanto que en ella y por ella la cosa tiene ser.
Los entes corpóreos están compuestos por materia
y forma relacionados como potencia y acto, estrechamente unidos por la que
llamamos unidad metafísica, que tiene mayor
cohesión que la simple agregación. Lo que da esta unidad es la forma, una vez
esta se corrompe se disgregan los elementos que la componían. Esta composición
constituye la esencia de estos entes. En cambio los entes espirituales son solo
forma (acto), no tienen materia y eso constituye su esencia.
Por otra parte, en la
experiencia nos encontramos con entes individuales que corresponden a la misma
especie. Lo que hace que estos se individualicen es la materia (por ser
potencia), es el principio de la multiplicación numérica de la especie.
Multiplica la forma, y, además, la individúa o singulariza, de tal
manera que los componentes de una especie, además de ser muchos, son diversos entre
sí, como nos lo muestra la experiencia (Ejemplos: las diversas razas de
perros).
EL SER, ACTO ÚLTIMO DE LOS ENTES
Todos los entes tienen una perfección
común, el acto de ser (esse). Existe una gran diferencia entre el acto
de ser y los demás actos de los entes, ya sean formas substanciales o
accidentales, porque el acto de ser posee las perfecciones de todas las
especies, y no sólo las de un tipo particular. El ser en sí no tiene
ninguna limitación, los otros actos son modos de ser, por eso decimos que
tienen ser, y limitan al ser como una potencia a su acto. El ser es el
acto último del ente, es decir, el acto de todos los demás actos del
ente.
El acto de ser se diferencia de la esencia, como la potencia de su acto, esto se puede ver en lo siguiente:
- Porque la esencia es la participación parcial de acto de ser (esta forma de ser).
- Por la multiplicidad de los entes creados, esto es posible por la unión del acto de ser con la esencia (potencia).
- Acto de ser y esencia constituyen dos coprincipios metafísicos que se unen para constituir un único ente. Sin embargo la esencia no puede existir separada del acto de ser. Por eso, Dios al crear los entes de la nada no crea primero la esencia y después el acto de ser, uniéndolos finalmente, sino que crea una sola cosa, limitada y compuesta de potencia (esencia) y acto de ser.
EL SUJETO SUBSISTENTE
Sujeto subsistente (supuesto - suppositum) se designa a los entes concretos con todas sus perfecciones. Todas las realidades individuales, tomados en su totalidad (este árbol).
Fuente: http://www.pueblos-espana.org/fotos_originales/2/8/7/00615287.jpg
Figura 3: Árbol de naranja.
El sujeto subsistente se define como "un todo individual que subsiste en un único acto de ser y que, por lo tanto, es incomunicable". Es individual pues sólo existen entes singulares y subsistente (los accidentes son singulares pero no subsistente) y por lo mismo es incomunicable ya que no puede ser participado por otro.
El sujeto subsistente está compuesto por:
- El acto de ser, que es el elemento fundamental y da la subsistencia al sujeto.
- La esencia, que para los entes materiales está compuesta de materia y forma.
- Los accidentes, que son aquellos actos que completan la perfección de la esencia.
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c) Los trascendentales.
La unidad:
La unidad niega la división interior del ente. Mientras más perfecto es un ente tiene mayor unidad. Todos los entes tienen unidad.
La verdad:
Existe verdad lógica o verdad del entendimiento que es la adecuación de la mente a la realidad, y la verdad ontológica que es la verdad del ente. El fundamento de la verdad lógica es la verdad ontológica. Los entes son verdaderos en cuanto que son inteligibles (pueden ser captados con intelección verdadera) y la inteligibilidad la posee en cuanto que tiene ser. Ahora bien, los entes más perfectos son los más inteligibles. Sin embargo, Dios, que es el ser más inteligible, es el más difícil de entender por la imperfección del entendimiento humano.
La bondad:
El bien propio de cada ente que existe en la realidad consiste en "ser según su naturaleza"; por eso se llaman males aquella privaciones del ser natural (Ejemplo: enfermedad, muerte, el pecado, la privación de un miembro del cuerpo, etc.). Bien y ente son equivalentes: todo lo que es, es bueno; es decir, son buenos en cuanto que son, en cuanto que tienen ser. A esto se llama bien trascendental.
Si nos preguntamos
qué es lo que la bondad añade al ser, porque si no serían nociones
idénticas, podemos afirmar que la bondad añade al ente la conveniencia a
un apetito, es decir, la bondad expresa que las cosas son apetecibles.
Por eso, al igual que decíamos que el ente era verdadero en cuanto
que era inteligible (y es inteligible por tener ser), podemos afirmar que el
ente es bueno en cuanto que es apetecible. El bien sólo añade al ente
una razón de apetibilidad que no se expresa en la noción de ente.
Sin embargo, conviene
aclarar que la bondad no es el deseo que surge en nosotros, sino la
perfección que la provoca. Por eso, afirmamos que las cosas no son buenas
porque las queremos, sino que las queremos porque son buenas. Y en
consecuencia, las realidades más nobles (Eje.: Dios) desencadenan un amor más
grande al ser conocidas.
La belleza:
Se ha dicho que un ente es bueno por su
relación con el apetito (apetecible), y verdadero por su ordenación con la
inteligencia (inteligible). Ahora bien, existe además una tercera conveniencia
del ente con el alma, que se produce cuando la verdad y la bondad de las
cosas, al ser conocidas, causan agrado al que las contempla, y a eso
es a lo que llamamos belleza. Santo Tomás de Aquino la define afirmando
que "hermoso es aquello cuya contemplación agrada". Y en este
sentido, hablamos de belleza como trascendental. Percibimos la belleza de las
cosas con las potencias cognoscitivas, ya sea con la sensibilidad o con la
inteligencia o con una conjunción de ambas. Y la captación de lo
bello añade únicamente al conocimiento el agrado que resulta de ese
conocer. El fundamento de la belleza no está en la voluntad del que
contempla, sino en la perfección del sujeto querido. Por eso, la belleza
no es el agrado que produce en un sujeto, sino aquellas
propiedades que hacen grata su contemplación. En último término,
lo que hace que algo sea bello surge del ser de cada ente.
Hay varios tipos de belleza:
- La belleza inteligible, que es la propia de la vida espiritual. Tiene relación con la bondad moral y la verdad, por tanto la fealdad es propia del error, de la ignorancia y de los pecados.
- La belleza sensible, que es la de rango inferior.
- La belleza natural, que procede de la naturaleza de las cosas.
- La belleza artificial, que se da en las realizaciones del hombre que intenta plasmar lo bello. Por eso, el objeto del arte es hacer cosas bellas.
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d) La causalidad.
ALGUNAS FORMULACIONES PREVIAS
- Todo lo empieza tiene una causa: Los entes que han tenido un inicio temporal han recibido el acto de ser de otro.
- Todo lo que se mueve es movido por otro: Por el movimiento lo que está en potencia pasa a acto, pero ninguna potencia se da el acto a sí misma.
- Todo lo contingente necesita una causa: Lo contingente es lo que tiene en sí mismo la potencia de dejar de ser (todos los entes compuestos de materia y forma). Debe tener una causa necesaria.
- Todo lo que conviene a algo y no es de su esencia le pertenece por alguna causa: El ser no es parte de la esencia del ente creado éste tiene otra causa.
Figura 4: Las Causas
DEFINICIÓN DE CAUSA
"Aquello que real y positivamente influye en una cosa, haciéndola depender de algún modo de sí". Se caracteriza por: la dependencia efectiva, es decir, sin ella no comienza a ser; la distinción entre la causa y el efecto; la prioridad de la causa sobre el efecto, es decir, la causa es temporalmente anterior al efecto, aunque en la acción causa y efecto son simultáneos.
TIPOS DE CAUSA
Causa material:
Causa formal:
Se define la causa formal como "el acto o perfección intrínseca por lo que una cosa es lo que es, tanto en el ámbito de la substancia como en el de los accidentes". (Por ejemplo: en el hombre el alma es la forma del cuerpo).
Figura 5: Creación de Dios.
La causa
eficiente se define como el "principio del que fluye primariamente
cualquier acción que hace que algo sea o que sea de algún modo". Como
la causa eficiente obra sobre la materia, educiendo (sacar algo de otra
cosa) una nueva forma, se le llama también causa motriz (causa movens); y
santo Tomás la define diciendo que la causa eficiente es causa de la
causalidad de la materia y de la forma, pues hace, por su movimiento, que la
materia reciba la forma y que la forma inhiera en la materia.
La causa
eficiente se distingue por ser exterior al efecto, comunicar la perfección
propia que el agente (quien le da existencia) tiene en acto (Eje: Dios, acto
puro de Ser comunica el ser a lo creado); tener de algún modo la preexistencia
del efecto (Eje: el hijo se asemeja a los padres).
- Causa total (produce todo el ente) y causa parcial (produce parte del ente).
- Causa universal (Eje: Dios es causa del ser de todo lo creado) y causa particular (Eje: el carpintero es causa de la mesa en cuanto mesa, no en cuanto ente, y no es autor de todas las mesas que hay en el mundo).
- Causa unívoca (produce un efecto de su misma especie) y causa análoga (produce un efecto distinta de su especie).
- Causa principal y causa instrumental. (Ejemplo: en una operación, el médico es la causa principal de la operación y el bisturí es la causa instrumental).
- Causa necesaria (logra siempre su propio efecto) y causa contingente (no siempre logra su efecto).
- Causa determinada (produce su propio efecto por la simple espontaneidad de su naturaleza) y causa libre (decide producir o no producir su efecto).
La causa final:
Se Puede definir la
causa final como "aquello en vista de lo cual algo se
hace", o también "aquello por lo que el agente se determina a
obrar" (Ejemplo: el arquitecto hace una casa para ganar
dinero).
El fin es la primera
de las cuatro causas, y se necesita de ella para que se den los demás
tipos de causalidad. El fin es causa de la causalidad del agente, porque
hace que éste produzca su efecto (sin causa final no habría causa
eficiente), y si el agente no obra, no se da el paso de potencia
(causa material) al acto (causa formal). Por tanto, sin causa
final no habría ni causa eficiente, ni material, ni formal. El fin por
decirlo así, "pone en marcha" el proceso causal. Por lo tanto,
podemos afirmar que el fin es la causa de las causas. Sin embargo, el fin
es lo último que se consigue en la ejecución y lo primero en el orden de la
intención.
La finalidad la posee
todo ente, aunque se ve con mayor facilidad en los entes libres, y se formula
del siguiente modo: "Todo agente obra por un fin". Tanto
los seres libres como los que obran según su naturaleza, es decir,
necesariamente, se mueven para conseguir su fin, pues de lo contrario
no actuarían. En los procesos no libres la existencia de la causa
final se comprueba al observar la naturaleza. Su contemplación nos
lleva a ver el orden de las cosas, y ese orden supone que el fin es su
causa. Además, la regularidad de los procesos naturales es manifestación
clara de que tienden siempre a un fin. Por eso, concluimos que el fin
inmediato de todos los seres no libres es la misma perfección de su
especie. Los seres libres tienden a sus fines conociendo éstos
como tales y dominando las acciones relacionadas con el fin.
El fin se caracteriza por atraer y por tener razón de bien.
Por su importancia hacemos mención de algunos tipos de causa final:
- Fin último (Eje: Dios) y fin próximo (Eje: vida virtuosa).
- Fin honesto (es el que se quiere en sí mismo porque es bueno para el ente que lo desea), fin deleitable (es el mismo fin o bien honesto en cuanto aquieta el deseo y produce gozo cuando se consigue) y fin útil ( es el que se quiere como medio).
- Fin producido (Eje: una obra de arte pintada por un pintor) y fin poseído (Eje: la persona que ama a otra).
4. Partes de la Metafísica.
A continuación se hace una breve presentación de las ramas que pertenecen a la Metafísica.
a) Metafísica General.
Estudia el ser en cuanto ser y los modos y estructuras del ser de los entes: acto de ser; esencia; substancia y accidentes; acto y potencia; materia y forma (substancias corpóreas); el flujo de unos entes sobre el ser de otros (causalidad); las propiedades trascendentales (se dan en todos los entes y en distintos grados según su perfección).
b) La Teología Natural.
Trata del estudio de Dios como Ser subsistente y causa primera de los entes.
Y es a partir del ser de los entes limitados se llega al conocimiento de Dios, ser infinito y causa primera del ser de las criaturas.
Se llama teodicea, o teología natural, a la parte de la filosofía que trata de Dios; con otras palabras, podemos decir que "la teodicea es la ciencia de Dios obtenida por la sola luz de la razón".
- Es una ciencia, es decir, un conocimiento cierto de unas verdades por sus causas.
- De Dios, es decir, de la Causa Primera, o mejor, de la causa del ser de los entes.
- Por la sola luz natural de la razón, es decir, únicamente por las solas fuerzas de la razón; por lo tanto, la teodicea no se ayuda de la revelación sobrenatural para llegar a Dios.
c) La Gnoseología.
Estudia cómo se da el ser en el conocimiento, centrando sus consideraciones en el tema de la verdad examina el valor del valor del conocimiento sensible y del intelectual, los diversos grados de certeza, etc. Se considera como una parte de la metafísica y no una ciencia en sí.
FUENTES CONSULTADAS
- Artigas, M. (1995). Introducción a la filosofía. Navarra, España: EUNSA.
- Bochaca, J. G (1987). Curso de filosofía fundamental. Madrid, España: Ediciones Rialp.
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