Tema 3: La Filosofía como Ciencia.


 LA FILOSOFÍA COMO CIENCIA (ver detalles en texto)


1. El Carácter Científico de la Filosofía

DEFINICIÓN Y ELEMENTOS DE UNA CIENCIA

Se define la ciencia como: "El conocimiento cierto por sus causas". Y toda ciencia para ser considera tal, debe tener objeto y método. 

El objeto se divide en: 

  • Objeto material: Lo que se estudia. Ejemplo: El estudio del hombre.
  • Objeto formal: El aspecto bajo el que estudia su objeto material. Ejemplo: El estudio del hombre bajo el aspecto de la historia.

El método es el camino que se sigue para el logro de una meta u objetivo; es el camino que se recorre en la investigación para la obtención de conocimientos.

Se divide en:

  • Métodos Generales: Son aquellos que se usan en todas las ciencias y en la filosofía. Por ejemplo: el análisis, la síntesis, la inducción, la deducción y la analogía.
  • Métodos particulares: Pertenecen o son exclusivos de algunas disciplinas. Así por ejemplo, los métodos particulares que siguen las ciencias médicas no son las mismas que siguen las matemáticas.
Pero, ¿Cuál es el objeto y método de las ciencias particulares? El objeto material es cualquier objeto en particular (se detienen a estudiar una realidad en particular), el objeto formal es el aspecto bajo el cual lo estudia y en el método puede emplear los generales y los particulares.

LA FILOSOFÍA ES UNA CIENCIA

En cuanto que la ciencia es un conocimiento cierto por medio de las causas, la filosofía lo es, y por ocuparse de las causas más profundas de la realidad y de los principios más básicos de todo el conocimiento, es la ciencia primera y más elevada de todas.
En cuanto que la ciencia es un conocimiento en el que se llega a conclusiones  por demostración a partir de unos principios, la filosofía procede del mismo modo (objeto y método).
Pero, ¿Cuál es el objeto y método de la filosofía?

OBJETO DE LA FILOSOFÍA

  •  Objeto material: Todas las cosas, es decir toda la realidad. Pues de ésta se puede buscar sus explicaciones últimas.
  •  Objeto formal: Por sus causas últimas, es decir las explicaciones más profundas de lo que son las cosas.
MÉTODO DE LA FILOSOFÍA
Cuando definimos la filosofía se dijo que adquirimos el conocimiento de las cosas mediante la razón. De ahí que, el método de la filosofía es un método racional, es decir, que partiendo de verdades sensibles a través de nuestro conocimiento podemos llegar a verdades que desconocíamos. Así por ejemplo Isaac Newton viendo caer una manzana descubrió la ley de la gravedad. Se puede afirmar que no existe ninguna facultada especial para filosofar. Por los mismo el quehacer filosófico no es un trabajo restringido a un número de personas con facultades especiales, sino a cualquier persona que razone normalmente.

Entonces, la filosofía se sirve de la razón (pasando de una verdad a otra) y de la experiencia (el conocimiento empieza por los sentidos). Ahora bien, la filosofía no puede quedarse con la pura experiencia, porque el hombre desea conocer las causas últimas de toda la realidad. La experiencia es sólo el inicio del saber que nos conduce a buscar el por qué de las cosas. La experiencia sólo verifica los hechos, sólo muestra cómo una cosa es, pero no explica el por qué de como es; esta tarea está reservada a la razón. Tampoco puede darse el caso de un puro filosofar racional, ya que nuestros conceptos surgen de lo sensible y donde juegan un papel importante los sentidos pues nos ponen en contacto con la realidad.

En fin, el conocimiento filosófico partirá de la experiencia sensible y a través de ella se formarán las ideas, juicios y raciocinios. De aquí se deducen las características principales del método filosófico:

  1. La filosofía arranca de la experiencia, que le proporciona hechos concretos reales.
  2. De ahí pasa a la conceptualización del dato, primer momento de su comprehensión. 
  3. Procede después a un análisis racional que la orienta hacia causas y principios que no pertenecen al ámbito de la experiencia.
  4.  Finalmente procede, por síntesis, de los principios a las consecuencias. Tal operación es posible, necesaria y vital para la satisfacción de espíritu del hombre.




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2. Unidad y Multiplicidad en la Filosofía

Aunque se hable en singular de "la filosofía", más que una ciencia única, es un conjunto de ciencias íntimamente relacionadas por un enfoque común: la metafísica. 
Por tanto, cuando se habla en singular de la filosofía, no hay que olvidar que ese término designa diversas disciplinas, que tienen un enfoque básico común: el enfoque metafísico, o sea, el estudio de la realidad a la luz de las últimas causas. Por eso, las diferencias entre la filosofía y las ciencias particulares se centrarán en las peculiaridades del enfoque de la metafísica: aunque no todas las ramas de la filosofía sean propiamente metafísicas, se plantean siempre desde una perspectiva metafísica. Este conjunto de ciencias se estudiarán con más detalle más adelante.

Pero ¿Cuáles son las disciplinas que forman ese conjunto de ciencias unidas entre sí?

a) La Lógica:

Es el arte por el que se dirigen los actos de la razón para alcanzar el conocimiento de la verdad ordenadamente, con facilidad y sin error. La lógica estudia el proceder de nuestra inteligencia para conseguir la corrección y la verdad de estos procedimientos. En consecuencia, estudiará las tres operaciones intelectuales: simple aprehensión, juicio y raciocinio, dando lugar a tres grandes apartados, que son: la lógica del concepto (resultado del simple aprehensión), la lógica del juicio y la lógica del raciocinio.

b) La Metafísica: 

Es la ciencia del ente en cuanto ente (llamamos ente a todo lo que es). La metafísica tiene como objeto material "lo que es" (el ente) y su objeto formal es el estudio del ente bajo el punto de vista de su ser. En la práctica, la metafísica se divide en tres grandes apartados, que son: la metafísica general u ontología, la especial y la gnoseología.

c) La Cosmología:

También se llama filosofía de la naturaleza, y su estudio se centra en los seres inanimados, su composición, la teoría hilemórfica, etc.; y algunos temas que también se relacionan con las ciencias experimentales: el origen del mundo, la extensión del universo, la composición de la materia, etc.

d) La Psicología Racional:

Estudia los seres animados, ya sea en su nivel inferior, en la vida vegetativa, o bien los que estén dotados de vida sensitiva, para terminar en el hombre, que posee la vida intelectual. La psicología racional suele completarse con la psicología experimental, que estudia las causas próximas de los hechos psíquicos.

e) La Teodicea: 

Llamada también Teología natural, estudia el conocimiento de Dios desde el punto de vista racional. Se centra en dos puntos básicos: la demostración de la existencia de Dios y la esencia de Dios, es decir, su constitutivo formal (qué es Dios). No acude a la Revelación para estudiar a Dios.

f) La Gnoseología: 

Estudia reflexivamente el alcance del mismo conocimiento; en otras palabras, la posibilidad de conocer la verdad y las diferentes posturas que en la Historia de la Filosofía se han adoptado frente a este problema.

g) La ética: 

Estudia la conducta humana y por ello se la tiene como una ciencia filosófica práctica. Visto desde otro punto, podemos decir que la ética estudia la aplicación al acto humano de unos principios que regulen el obrar moralmente bien. Aunque hemos dicho de ella que es una ciencia práctica, se distingue de todas las demás porque estudia el último fin del hombre, es decir, la felicidad y los medios para conseguirla. Se divide en: Ética general y Ética especial.
Este conjunto de ciencias se estudiarán con más detalle más adelante. 



  •    Artigas, M. (1995). Introducción a la filosofía. Navarra, España: EUNSA.
  •    Bochaca, J. G (1987). Curso de filosofía fundamental. Madrid, España: Ediciones Rialp.
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3. Filosofía y Ciencias Particulares

DIFERENCIA ENTRE FILOSOFÍA Y CIENCIAS PARTICULARES

Las diferencias entre la filosofía y las ciencias particulares  consisten, sobre todo, en que la filosofía estudia la realidad en su aspecto más radical y buscando sus causas últimas, mientras que las ciencias particulares estudian aspectos concretos de Ia realidad, buscando causas más inmediatas.
El ámbito propio de las ciencias particulares (bien sean las ciencias naturales, como la física y la biología, o las ciencias humanas  como la sociología y la historia) está constituido por aspectos determinados de la realidad (por ejemplo: propiedades físicas o comportamientos humanos), que se estudian buscando explicaciones que no sobrepasan ese nivel.

La filosofía, en cambio, estudia toda la realidad intentando explicar en último término su ser mismo. La filosofía juzga y ordena a las ciencias particulares. Y además, al buscar las causas últimas de la realidad, llega al estudio de las realidades espirituales y las considera  en sí mismas: el conocimiento de Dios, el conocimiento del alma humana, de la ley moral, etc., estos son temas propios y exclusivos de la filosofía. También, trata todos los aspectos de la realidad a la luz de las explicaciones últimas estrictamente metafísicas, aunque, como ya se dijo, la disciplina filosófica en cuestión no sea una rama de la metafísica en sentido estricto.

LAS CIENCIAS PARTICULARES:

Las diferencias entre la filosofía y las ciencias particulares  consisten, sobre todo, en que la filosofía estudia la realidad en su aspecto más radical y buscando sus causas últimas, mientras que las ciencias particulares estudian aspectos concretos de Ia realidad, buscando causas más inmediatas.
El ámbito propio de las ciencias particulares (bien sean las ciencias naturales, como la física y la biología, o las ciencias humanas  como la sociología y la historia) está constituido por aspectos determinados de la realidad (por ejemplo: propiedades físicas o comportamientos humanos), que se estudian buscando explicaciones que no sobrepasan ese nivel.

La filosofía, en cambio, estudia toda la realidad intentando explicar en último término su ser mismo. La filosofía juzga y ordena a las ciencias particulares. Y además, al buscar las causas últimas de la realidad, llega al estudio de las realidades espirituales y las considera  en sí mismas: el conocimiento de Dios, el conocimiento del alma humana, de la ley moral, etc., estos son temas propios y exclusivos de la filosofía. También, trata todos los aspectos de la realidad a la luz de las explicaciones últimas estrictamente metafísicas, aunque, como ya se dijo, la disciplina filosófica en cuestión no sea una rama de la metafísica en sentido estricto.

RELACIÓN FILOSOFÍA Y CIENCIA 

El cientificismo o cientismo sostiene que la forma más valiosa del conocimiento es la ciencia. Afirma que las ciencias particulares son las únicas que conocen la realidad.

De ahí que algunos cientificistas dirán que otro tipo de discurso no tiene sentido, sobre todo el filosófico, porque a nada nos conduciría. En ese sentido el discurso filosófico sólo debe ser tolerado, pero no reconocido, porque nada importante les proporciona. En efecto, dicen, lo verdaderamente valioso viene de la ciencia y no de la filosofía; sobre todo porque la ciencia es lo único que puede ser verificado experimentalmente, mientras que la filosofía no.

El cientismo sólo acepta el discurso científico, por el solo hecho de ser comprobable, pero erradica el discurso filosófico porque según dicen los cientificistas, es difícil comprobarlo racionalmente. De ahí que para ellos, la ciencia y su método experimental es la única forma válida y seria de conocimiento.

Pero este es un un discurso reduccionista, porque reduce el ámbito de la realidad a lo experimentable y deja lado la posibilidad de la metafísica. En efecto, una de las fallas del cientificismo es que no se da cuenta de que al hacer ese tipo de afirmaciones también está haciendo filosofía, porque ¿con qué autoridad puede afirmar que lo no experimentable no existe? ¿Ese tipo de interrogantes sobre la realidad de las cosas no es acaso estar haciendo filosofía? Todo discurso que trate de invalidar la filosofía es también filosofía.
Si bien es cierto, que la ciencia experimental es un saber auténtico y una explicación real, pero no es el saber total o integral. No todo puede ser abordado con el método experimental, y no todo está resuelto cuando ha sido explicado por las ciencias experimentales.

Las Ciencias experimentales usan términos inteligibles que no explican y que exigen un saber especial distinto que los justifique. Este saber es el saber filosófico. La Filosofía, ciencia natural (no perteneciente a la fe revelada) más elevada, le corresponde juzgar a todas las demás ciencias, en el sentido de descartar por falsa toda posición científica cuando es errónea. 



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4. Las Bases Filosóficas de Las Ciencias Particulares

BASES FILOSÓFICAS DE LAS CIENCIAS PARTICULARES

Las ciencias particulares consideran la realidad desde una perspectiva y con un método propios, que no son filosóficos. Pero se fundamentan en la metafísica (en distinta medida, según la rama científica de que se trate). En efecto, se basan implícitamente en determinadas concepciones acerca de la realidad que estudian, y la reflexión explícita sobre esos presupuestos es una tarea filosófica: por ejemplo, la física parte de ciertas nociones y principios generales acerca de los cuerpos, el espacio y el tiempo, la causalidad física, etc., que son objeto de la reflexión filosófica.

Cuanto más elevado es el objeto que tienen las ciencias particulares, mayor será su vinculación con la filosofía. La biología, al estudiar los seres vivos, tiene más implicaciones metafísicas que la química. Las ciencias que se ocupan directamente del hombre (como la psicología, la sociología y la historia) utilizarán necesariamente conocimientos filosóficos, y la verdad de sus conclusiones dependerá, en buena medida, de que esa base metafísica sea correcta.

Sin embargo, es posible que una ciencia particular se construya sobre unas bases metafísicas más o menos equivocadas de los cuales hay muchos ejemplos como veremos luego. A pesar de ello, se pueden encontrar afirmaciones, experiencias y descripciones verdaderas en un contexto globalmente equivocado, pero esa ciencia mal fundamentada contendrá también afirmaciones falsas y transmitirá una imagen errónea de los aspectos de la realidad que estudia.

ALGUNAS CONCEPCIONES ERRÓNEAS

a) El mecanicismo

Concibe la realidad al modo de una máquina mecánica, donde todo se explica por el desplazamiento de piezas materiales. Esta explicación, que ya encuentra serias dificultades científicas y filosóficas respecto a los cuerpos materiales, pretende a veces abarcar incluso al hombre en todo su ser. Evidentemente, algunos aspectos de la realidad pueden explicarse parcialmente mediante modelos mecánicos, lo cual puede ser utilizado para defender un mecanicismo global lo cual es inadmisible.

b) El marxismo

El reduce los fenómenos humanos a factores económicos y a leyes necesarias de la historia, de modo que las verdades parciales que pueda contener quedan enmarcadas en un contexto claramente erróneo en el que se prescinde de las dimensiones espirituales, que son las que caracterizan más esencialmente al hombre.

Estas posturas son ejemplos de doctrinas reduccionistas, porque reducen. la realidad que estudian a algunos aspectos prescindiendo de otros. Tienen el atractivo de una falsa claridad, que se consigue simplificando arbitrariamente los datos reales. Y, en cuanto que suelen presentarse como conclusiones científicas sin serlo, son doctrinas pseudo-científicas, en las que algunas verdades y científicas se encuentran mezcladas con otras afirmaciones falsas. 


 Artigas. M. (1995). Introducción a la filosofía. 
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5. Autonomía de las Ciencias

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En la antigüedad y en la Edad Media, los estudios científico-experimentales se agrupaban, junto con los filosóficos, en la filosofía natural (de la naturaleza). Incluso la obra principal de Newton, que fue publicada en 1687 y es un tratado de física en el sentido moderno, lleva el título de "Principios matemáticos de la filosofía natural". 

El desarrollo de las ciencias experimentales desde el siglo XVII, sin que le acompañara una comprensión exacta de los métodos de esas ciencias, provocó que la situación se invirtiera: la ciencia experimental parecía a algunos ser el único conocimiento válido de la naturaleza, y la filosofía quedaba reducida a reflexiones metodológicas o al estudio de las conclusiones científicas para lograr una síntesis de ellas. Junto a esas posturas positivistas* (que tuvieron su principal defensor en Augusto Comte), se daban también exageraciones de signo opuesto, pretendiendo limitar las ciencias a una función secundaria y poco acorde con sus logros reales (en posturas idealistas, por ejemplo).

El cientificismo optimista de los siglos XVIII y XIX, veía en las ciencias la solución de todos los problemas humanos; por el contrario, el pesimista cientificismo reciente reconoce los límites de las ciencias, incluso los exagera y los extrapola a todo el conocimiento humano, afirmando que nunca se puede llegar a afirmar con certeza ninguna verdad (es el caso de posturas como las de K. R. Popper y M. Bunge). Puede hablarse también de un cientificismo respecto a las ciencias humanas. Por ejemplo, el historicismo, que reduce toda explicación de la realidad, en último término, a factores históricos que además responderían a leyes necesarias (negando arbitrariamente la existencia de otros factores y -al menos en teoría- de la libertad humana).

Las importantes revoluciones científicas del siglo XX han ayudado a comprender mejor la naturaleza del método experimental. Sin embargo, la difusión de los prejuicios positivistas, y la insuficiencia de algunos planteamientos filosóficos más difundidos (de tipo racionalista, existencialista o materialista), han hecho que la situación, en conjunto, siga siendo bastante confusa: la filosofía de la ciencia ha experimentado gran desarrollo, y ha conseguido notables logros respecto a temas parciales (sobre todo de tipo metodológico), pero la  escasez de enfoques filosóficos suficientemente profundos y rigurosos sobre estos temas sigue siendo notable. 

Por lo general, las relaciones entre ciencias y filosofía, hasta la actualidad, adolecen de múltiples equívocos y confusiones por ambas partes.

AUTONOMÍA DE LAS CIENCIAS Y FUNCIÓN DIRECTIVA DE LA FILOSOFÍA

Las ciencias particulares no realizan un estudio propiamente metafísico: utilizan bases metafísicas sin adoptar el enfoque propio de la filosofía. Esas ciencias tienen su propia autonomía: su relación con la filosofía no impide que tengan sus propios métodos para obtener y juzgar sus conclusiones específicas. La filosofía tiene respecto a ellas  una función directiva de orden superior, que no interfiere con su lógica y autonomía. 

La filosofía juzga y dirige a las demás ciencias, porque le compete juzgar los principios primeros de todo conocimiento humano y el valor del método científico, de modo que es tarea suya determinar el objeto propio de cada ciencia y clasificar las ciencias en una jerarquía según la naturaleza de cada una. 

Esto no supone merma alguna de la autonomía de las ciencias: la filosofía no interfiere con ellas en el mismo terreno, pues su función directiva se ejercita desde un plano superior.

Las conclusiones de las ciencias particulares no se deducen de la filosofía (como pretendía en algún modo Descartes), ni tampoco son totalmente independientes de ella (como afirman los positivistas: ciencias particulares que pretenden prescindir de fundamentos filosóficos): se obtienen mediante los métodos propios de cada ciencia, pero el juicio sobre el valor de esos métodos exige consideraciones filosóficas.

Al respecto, Jacques Maritain concluye acertadamente cuando afirma que para avanzar en las ciencias no hay necesidad de ser filósofo, y que los sabios, al cultivar sus ciencias, no tienen por qué pedir consejo a la filosofía ni aspirar a ser filósofos, pero a la vez señala que sin la filosofía, el científico no podrá darse cuenta del lugar ni del alcance de su especialidad en el conjunto de los conocimientos humanos, ni conocer adecuadamente los fundamentos de su ciencia. Además advierte que, cuando la filosofía no ha ejercido correctamente su función directiva, se ha llegado fatalmente a un gran desbarajuste y a un descenso general de la inteligencia. 




  •   *Positivismo: conocimiento experimental de las ciencias de la naturaleza. Son las mismas ciencias particulares o experimentales. 
  •      Artigas, M. (1995). Introducción a la filosofía.

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